Por Rodrigo Herrera Vegas
Para lanacion.com
El pasado 21 de noviembre se presentó en México DF durante la Cumbre Climática Mundial de Alcaldes 2010 (CCLIMA) el resultado del Latin American Green City Index. El objetivo del estudio, realizado por la Intelligence Unit (EIU) de la revista The Economist es conocer la situación actual del nivel de sustentabilidad de las principales ciudades del mundo y brindar información útil para lograr mejoras.
El año pasado se realizó el estudio en 30 de las principales Europeas y este año se concentró en Latinoamérica, con la participación de 17 ciudades.
Resultado general del Latin American Green City Index. Fuente EIUFoto: sustentator.com
Buenos Aires se encuentra por debajo del promedio y esto no causa gran sorpresa: la relevancia del tema medioambiental en nuestra ciudad es muy reciente.
Los resultados se obtuvieron mediante 31 indicadores identificados en las ocho siguientes categorías: energía y CO2, transporte, agua, utilización de espacios y edificaciones, desechos, saneamiento y gobernanza ambiental. De los 31 indicadores, 16 son cuantitativos como el consumo de agua de una ciudad y los restantes 15 son cualitativos como el compromiso político de la ciudad en reducir su consumo energético.
Los resultados. El siguiente cuadro muestra la posición de Buenos Aires comparada con las demás ciudades en cada categoría:
Fuente: EIUFoto: sustentator.com
No parece justo responsabilizar a la ciudad por este consumo, dado que la matriz energética es representativa del país en su conjunto. A su vez, varias ciudades ya tienen iniciativas para crear energía a partir de los desechos gracias a bio-digestores y recuperación de biogás, Buenos Aires recién se encuentra en la fase de estudios de pre-factibilidad.
En cuanto al aprovechamiento del espacio, los espacios verdes resultan escasos, con tan solo 6m2 de espacio verde por habitante, una de las cifras mas bajas del estudio.
En la categoría transporte, existe una oportunidad de mejora a través de la concientización además de inversiones en infraestructura. El sistema de transporte público de colectivos tiene una densidad de 7 km por km2, arriba del promedio de 5 km / km2. El subterráneo también sube el puntaje con una densidad de 0,26km de vías por km2, una de las mejores en la región. Sin embargo, el mayor problema reside en la gran cantidad de automóviles y motocicletas en circulación: se estiman 0,66 vehículos por habitante, más del doble del promedio de las 17 ciudades que ronda 0,3.
En lo que refiere al manejo de desechos, la ciudad dispone del 100 por ciento de estos comparado con el promedio de 96 por ciento. Sin embargo, se generan en la ciudad 696 kilos de residuos por persona anualmente, una cifra superada solo por Belo Horizonte y Brasilia. La cantidad de basura se debe principalmente al alto nivel de consumo. Aunque se manejan correctamente los residuos peligrosos, la ciudad carece de un mecanismo integral de separación de residuos y posterior reciclado.
La peor calificación se obtiene respecto del agua. Su consumo es uno de los mayores de las 17 ciudades, con 669 litros por persona por día, un dato confirmado por la empresa AYSA, es decir 405 litros arriba del promedio. Un punto positivo a destacar según el estudio es que el 100% de los habitantes tienen acceso a agua potable. Por otro lado, se calcula que por la falta de inversión en infraestructura, la ciudad pierde 41 por ciento del agua a través de pérdidas en el sistema. Adicionalmente, si bien la ciudad monitorea la calidad del agua en superficie, es la única de las 17 que carece de una política para realizar mejoras.
En el área de saneamiento, sucede algo parecido. La ciudad posee una red amplia y robusta. Se calcula que el 99 por ciento de los habitantes tienen acceso a saneamiento cuando el promedio se encuentra en 94 por ciento. Sin embargo junto con Quito, son las únicas ciudades en el estudio que no realizan tratamiento de efluentes.
En cuanto a calidad de aire, Buenos Aires también califica debajo del promedio, principalmente debido a la cantidad de automóviles y motocicletas en circulación. Afortunadamente, este año se inauguró un mecanismo de medición (se puede ver una de las 45 estaciones sobre la avenida Córdoba) pero que todavía no toma en cuenta los niveles de dióxido de azufre y de material particulado, dos indicadores fundamentales.
La situación de la cuidad a nivel medioambiental tiene mucho lugar para mejoras y recién en los últimos años ha logrado alguna consideración. Por esta razón, el estudio le otorgó un puntaje promedio en gobernanza ambiental. Se creó hace unos años la Agencia de Protección Ambiental, como punto de partida. Este es un organismo dedicado a medir, controlar y llevar a cabo iniciativas a favor del medio ambiente. En la ocasión de la Cumbre de Copenhague del año 2009, la Ciudad se comprometió a cumplir con un plan que contempla la reducción de un 30 por ciento sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para el año 2030.
Las iniciativas actuales para alcanzar la meta incluyen campañas de concientización para el ahorro de energía, como el reemplazo a luminarias de menor consumo de tecnología LED y utilización de electrodomésticos más eficientes. Existe también un ambicioso plan de reemplazar la flota de colectivos con modelos más eficientes y silenciosos como el actual "Ecobus" que está saliendo de la fase de prototipo y ya forma parte de la línea 62. A su vez, se prevé reducción del consumo energético de edificios municipales, una medida de bajo impacto cuantitativo pero que transmite un ejemplo valioso. En el transporte es donde se han visto los mayores avances.
A través del plan de "movilidad sustentable", se han logrado reducciones de emisiones mediante acciones simples y efectivas, como cambiar el sentido de ciertas calles y avenidas. Las bicisendas, lanzadas en el corriente año, cuentan con más de 25 kilómetros y se proyecta tener unos 50 kilómetros para fines del 2011, explicó Javier Corcuera, Presidente de la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad durante la cumbre de alcaldes.
Ejemplos a seguir. El objetivo más valioso del estudio del EIU consiste en que las ciudades puedan compartir los proyectos exitosos que vienen realizando, como por ejemplo:
- San Pablo, Brasil: En los últimos 3 años cerraron dos rellenos sanitarios y han contratado una empresa privada para generar electricidad a través del metano emitido por los residuos al descomponerse. Han creado dos centrales que en conjunto generan una potencia de 46MW, una de las iniciativas más grande del mundo de su tipo.
- Curitiba y Bogotá: Curitiba, gracias a la gestión de Jaime Lerner en los años 70 goza de uno de los mejores sistemas de transporte del mundo. Una combinación de bicisendas y de Autobus de Tránsito Rápido han logrado notables mejoras en los tiempos de desplazamientos y calidad de aire. El sistema de Curitiba creció con la ciudad, mientras que el de Bogotá 'el Transmilenio' se inició en el año 2000 y cuenta hoy con 84km.
- Puebla, México: la ciudad inauguró a principios del 2010 el 'monedero verde', una iniciativa privada que a través de una tarjeta de debito le brinda a los ciudadanos la posibilidad de ganar puntos al entregar desechos separados y canjearlos por bienes y servicios en negocios adheridos. En sus tres primeros meses de funcionamiento, recolectó 22 toneladas de desechos sólidos y electrónicos. Una cifra insignificante respecto de las 819.000 toneladas que se producen anualmente pero es un comienzo alentador para una iniciativa privada.
- Quito, Ecuador: con el objetivo de mejorar la calidad del aire implementó un sistema riguroso de control de vehículos. Los vehículos privados deben pasar anualmente una prueba de emisiones, los colectivos y taxis deben pasarlo cada dos años. Se calcula que los niveles de monóxido de carbono han disminuido entre en 25% y 30% desde la implementación del sistema.
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